
El lunes se va a dar una situación histórica: Un presidente progresista Uruguayo le entregará el mando a su sucesor, otro presidente progresista. Pero no se trata solo de un traspaso entre integrantes de un mismo partido, se trata de un de un traspaso en el que está involucrado un luchador, un hombre que sufrió más de una década y media encerrado en una celda de uno por uno. Un hombre que supo esperar hasta que su gente estuvo preparada para él y su propuesta. Que no se apuró (sabiendo que en la elección anterior él solo dobló los votos del tradicional Partido Colorado) y, pese a su edad, tiene todo el tiempo para lograr la justicia social tan demorada en la vecina orilla. Enfrente, ya nadie teme a un gobierno formado por integrantes de la más diversa variedad de las extracciones de izquierda. Nadie se le ocurre decir que estos comunistas son malos, los indicadores de justicia social son más que esclarecedores. Bah, a nadie no, al igual que aquí, los medios concentrados durante más de 100 años (diarios, radios, Tv, Cable) intentan que todo se retrotraiga a los años de Lacalle y Sanguinetti (El equivalente charrúa de Carlo y De la Rúa). Allá son menos y las mentiras son más fáciles de descubrir. Es por eso que la gente les confirió al Pepe y al Frente otro voto de Confianza. Como dice la genial murga Agarrate Catalina: Querido Pepe Mujica ahora te toca a vos!